Los niños son los protagonistas indiscutibles de las Navidades. Ellos, con sus sonrisas y su ilusión, ponen la magia en estas fechas. Y el Centro Asturiano de La Coruña, buscando robarles una de esas sonrisas, les dedicó la tarde del 27 de diciembre trayendo, desde el lejano oriente, a sus majestades Los Reyes Magos.
Los salones del Centro se llenaron de pequeños de todas las edades. Probablemente, las paredes de nuestra sede, que acaba de cumplir los 50 años, nunca vieron a tantos niños y niñas juntos. Ocupaban las mesas y sillas donde normalmente sus padres o sus abuelos juegan a las cartas y esperaban ansiosos la llegada de sus Majestades. Al grito de “¡¡ya llegaron los Reyes!!” todos comenzaron a gritar y a removerse nerviosos en las sillas. Melchor, Gaspar y Baltasar hicieron su entrada entre aplausos y gritos.
“¿Os habéis portado bien este año?”, preguntó Melchor. Los niños decían que sí, algunos papás no estaban del todo de acuerdo. Pero aún así, hubiesen sido buenos o malos, los tres Reyes fueron recibiendo uno por uno a todos los niños y niñas, que se sentaban sobre sus piernas y pedían que el 6 de enero les trajesen muñecas, coches, libros… La cola para hablar con los Reyes cruzaba el salón.
Con todas las cartas entregadas, los Reyes se fueron pero aún quedaba el chocolate con churros que terminó por endulzar una tarde, sin duda, mágica.
Una tarde, sin duda, donde mayores y pequeños disfrutaron por igual y que dejó buen sabor de boca, no solo por el chocolate. La gran acogida de la actividad anima la directiva del Centro a dedicarle más atención a los pequeños en la programación del resto del año. Y para ellos, también, recordamos que el próximo día 5 de enero, a partir de las 19.00 horas, se celebrará en la Sede otra fiesta infantil donde habrá más chocolate y churros, entre otras cosas.
Los salones del Centro se llenaron de pequeños de todas las edades. Probablemente, las paredes de nuestra sede, que acaba de cumplir los 50 años, nunca vieron a tantos niños y niñas juntos. Ocupaban las mesas y sillas donde normalmente sus padres o sus abuelos juegan a las cartas y esperaban ansiosos la llegada de sus Majestades. Al grito de “¡¡ya llegaron los Reyes!!” todos comenzaron a gritar y a removerse nerviosos en las sillas. Melchor, Gaspar y Baltasar hicieron su entrada entre aplausos y gritos.
“¿Os habéis portado bien este año?”, preguntó Melchor. Los niños decían que sí, algunos papás no estaban del todo de acuerdo. Pero aún así, hubiesen sido buenos o malos, los tres Reyes fueron recibiendo uno por uno a todos los niños y niñas, que se sentaban sobre sus piernas y pedían que el 6 de enero les trajesen muñecas, coches, libros… La cola para hablar con los Reyes cruzaba el salón.
Con todas las cartas entregadas, los Reyes se fueron pero aún quedaba el chocolate con churros que terminó por endulzar una tarde, sin duda, mágica.
Una tarde, sin duda, donde mayores y pequeños disfrutaron por igual y que dejó buen sabor de boca, no solo por el chocolate. La gran acogida de la actividad anima la directiva del Centro a dedicarle más atención a los pequeños en la programación del resto del año. Y para ellos, también, recordamos que el próximo día 5 de enero, a partir de las 19.00 horas, se celebrará en la Sede otra fiesta infantil donde habrá más chocolate y churros, entre otras cosas.